Del santo amor de Cristo
Que no tendrá su igual,
De su divina gracia
Sublime y eternal.
De su misericordia,
Inmensa como el mar
Y cual los cielos alta,
Con gozo de he de cantar.
El amor de mi Señor,
Grande y dulce es más y más;
Rico e inefable,
Nada es comparable
Al amor de mi Jesús.
Cuando él vivió en el mundo
La gente lo siguió
Y todas sus angustias
En él depositó,
Entonces bondadoso,
Su amor brotó en raudal,
Incontenible, inmenso,
Sanando todo mal.
El amor de mi Señor,
Grande y dulce es más y más;
Rico e inefable,
Nada es comparable
Al amor de mi Jesús.
Él puso en las pupilas
Del ciego nueva luz,
La eterna luz de vida
Que centellea en la cruz
Y dio a las almas todas
La gloria de su ser
Al impartir su gracia,
Su Espíritu y poder.
El amor de mi Señor,
Grande y dulce es más y más;
Rico e inefable,
Nada es comparable
Al amor de mi Jesús.
Su amor por las edades
Del mundo es el fanal,
Que marca esplendoroso
La senda del ideal;
Y el paso de los años
Lo hará más dulce y más
Precioso al darle al alma
Su incomparable paz.
El amor de mi Señor,
Grande y dulce es más y más;
Rico e inefable,
Nada es comparable
Al amor de mi Jesús.