He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová para salvar
Isaías 59:1
Salvo en los tiernos brazos
e mi Jesús seré,
Y en su amoroso pecho
siempre reposaré.
Este es sin duda el eco
de celestial canción,
Que de inefable gozo
llena mi corazón.
Salvo en los tiernos brazos
de mi Jesús seré,
Y en su amoroso pecho
siempre reposaré.
Tiende Jesús los brazos,
bríndame su amistad,
A su poder me acojo,
no hay para mí ansiedad.
Ni temeré si ruge
hórrida tentación;
Ni causará el pecado
daño en mi corazón.
Salvo en los tiernos brazos
de mi Jesús seré,
Y en su amoroso pecho
siempre reposaré.
De sus amantes brazos
tierna solicitud,
Líbrame de tristeza,
líbrame de inquietud.
Y si vinieren pruebas,
fáciles pasarán;
Lágrimas si vertiere,
pronto se enjugarán.
Salvo en los tiernos brazos
de mi Jesús seré,
Y en su amoroso pecho
siempre reposaré.
Y cruzaré la noche
lóbrega, sin temor,
Hasta que venga el día
de perennal fulgor.
¡Cuán placentero entonces
con él será morar,
Y en la mansión de gloria
con mi Jesús reinar!
Salvo en los tiernos brazos
de mi Jesús seré,
Y en su amoroso pecho
siempre reposaré.