El oro y la plata no me han redimido,
Mi ser del pecado no pueden librar.
La sangre de Cristo es mi sola esperanza,
Su muerte tan solo me pudo salvar.

Me redimió,
Mas no con plata,
Me compró
El Salvador;
Con oro no,
Mas con su sangre;
Grande precio
De su amor.

El oro y la plata no me han redimido,
La pena terrible no pueden quitar.
La sangre de Cristo es mi sola esperanza,
Mi culpa su muerte la alcanza a borrar.

Me redimió,
Mas no con plata,
Me compró
El Salvador;
Con oro no,
Mas con su sangre;
Grande precio
De su amor.

El oro y la plata o me han redimido,
La paz no darán ellos al pecador.
La sangre de Cristo es mi sola esperanza,
Tan solo su muerte me quita el temor.

Me redimió,
Mas no con plata,
Me compró
El Salvador;
Con oro no,
Mas con su sangre;
Grande precio
De su amor.

El oro y la plata no me han redimido,
La entrada en los cielos no pueden comprar.
La sangre de Cristo es mi sola esperanza,
Su muerte rescate consiguió ganar.

Me redimió,
Mas no con plata,
Me compró
El Salvador;
Con oro no,
Mas con su sangre;
Grande precio
De su amor.

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