¿A dónde volveré
Mis ojos? ¡oh Señor!,
Para esperar ayuda;
¿De quién, sino de ti
Sustento me vendrá
En horas de aflicción?
En sombras o en la luz,
Envuelto en la quietud,
Si oro me sustentas.
En paz o en aflicción,
La mano de mi Dios
Me da seguridad.

Dame tu mano,
Toma la mía, Dios amado;
Cuando estoy débil
Me hace más fuerte tu poder;
Tu compañía,
Y tu calor divina mano,
Me lleva al cielo,
Donde yo un día te veré.

Riquezas y poder,
Fama y celebridad
Rasguñaban mis manos,
Tratando de alcanzar
Lo que podía mirar
Como el supremo ideal;
Pero al mirarte a ti,
De pronto comprendí
Que estaba equivocado;
Un mundo descubrí
Más allá de la cruz
Donde sangró tu mano.

Dame tu mano,
Toma la mía, Dios amado;
Cuando estoy débil
Me hace más fuerte tu poder;
Tu compañía,
Y tu calor divina mano,
Me lleva al cielo,
Donde yo un día te veré.

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